La asertividad: Defender tu Punto de vista.

"Expresa lo que quieres, sin miedo. Tienes derecho"
La asertividad es un estilo comunicativo, que se enmarca dentro de las denominadas habilidades sociales, las cuales se definen como un conjunto de estrategias que nos permiten conseguir metas personales significativas a través de la interacción con otras personas en los diferentes contextos de la vida (laboral, académico, familiar, social,...). Gracias a este estilo comunicativo, podemos defender nuestros derechos sin agredir ni ser agredidas.
Pongamos un ejemplo:
Usted se encuentra en la fila del supermercado, esperando su turno para pagar su compra, cuando una persona se pone delante de usted. Ante esta situación usted podría:
- No decir nada (esto se correspondería con el estilo comunicativo pasivo).
- Armar un escándalo, decirle que es un 'cara dura' y que haga la fila como todo el mundo (estilo comunicativo agresivo).
- Explicarle ese no es el final de la cola sino cuatro puestos más atrás (estilo comunicativo asertivo).
Es posible que te sientas identificada con lo anterior, y es que aunque haya un patrón predominante, no siempre actuamos de la misma manera pues estamos condicionadas por múltiples circunstancias. Sin embargo, tanto la comunicación pasiva como la agresiva se identifican con estilos que disminuyen la probabilidad de éxito en la resolución de situaciones 'problemáticas' y tienden a generarnos disconfort dado que no favorecen la adecuada expresión de emociones, pensamientos y deseos.
Ser asertiva implica pedir lo que uno quiere, negarse cuando lo desee, negociar las condiciones de un acuerdo
Ser asertiva implica pedir lo que uno quiere, negarse cuando lo desee, negociar las condiciones de un acuerdo y por supuesto, ser flexible para poder conseguir lo que te propones, respetando los derechos de los demás y expresando los sentimientos y opiniones de una forma clara. Además de esto, también implica saber hacer y recibir cumplidos, así como hacer y aceptar quejas; empatizando y entendiendo a la persona con la que estamos dialogando.
El elemento básico de la asertividad consiste en atreverse a mostrar nuestros deseos de forma amable y franca pues sabemos que lo estamos haciendo de forma adecuada. Obviamente, eso no quita que las primeras veces se experimente cierto grado de ansiedad pues el objetivo es que salgas de tu zona 'cómoda y segura' para atreverte a explorar nuevas conductas que te aportarán grandes beneficios.
Una estrategia fácil para atreverte es realizar una
lista identificando las situaciones que te cuesta afrontar asertivamente y
después, ordenarlas según el grado de dificultad que tú percibas (de menos a
más). Empieza por las primeras, las más sencilla.